El sílex es una roca sedimentaria constituida por minerales de la sílice (SiO2). Se forma, en unos casos, por acumulación y compactación de organismos silíceos (sílex orgánico), y en otros, por el ataque de disoluciones silíceas a rocas y sedimentos ya existentes (silicificación). Durante este ataque se disuelven los minerales iniciales y se precipitan otros silicios (principalmente cuarzo y ópalos) que dan lugar a los sílex inorgánicos. El sílex es muy duro y óptimo para la fabricación de herramientas mediante el trabajo de talla. Su modo de fractura es previsible, lo cual favorece la manufactura de distintos tipos de útiles ajustándose a las intenciones del tallador. Por ello, fue uno de los recursos más utilizados en la prehistoria. Los episodios silíceos
explotados en Casa Montero, se originaron a partir de la silicificación
de arcillas magnesianas. En el reemplazo de las arcillas, una parte
del ópalo inicialmente formado, sufrió un proceso de envejecimiento,
que implicó la recristalización a cuarzo. Como resultado, entre las
arcillas, se formaron nódulos y niveles lenticulares de sílex con
alto contenido en ópalo en el exterior, y un interior de cuarzo micro-criptocristalino,
de buena calidad y óptimo para los trabajos de talla. |
Nódulo de sílex de Casa Montero.
Foto: Equipo Casa Montero. Imagen 1 de 8 |
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